La pasión de Karim Benzema por los coches le ha traído más de un problema. El delantero francés sufrió en 2009 dos accidentes casi seguidos y en circunstancias bastante extrañas. El primero de ellos se produjo al poco de su llegada al Real Madrid y, curisosamente, también ocurrió después de un clásico Barcelona-Real Madrid. Al llegar a la capital de España, Benzema chocó su Audi Q7 contra una valla para salir despedido a continuación contra una encina.
El accidente, que tuvo lugar a las dos de la mañana en Pozuelo, se produjo a menos de 50 kilómetros por hora, una velocidad moderada que resultó decisiva para que no se produjeran daños mayores. Además, los airbags funcionaron a la perfección y también ayudaron a que no pasara nada grave.
Apenas unos días después, durante las vacaciones de Navidad, Benzema salió ileso de otro accidente, esta vez en la Isla Reunión, en el Océano Índico. El atacante estaba celebrando en una discoteca su vigésimo segundo cumpleaños junto a su amigo el rapero Rohff. No está claro cuál de los dos conducía el Lamborghini accidentado, que se dañó al subirse a una acera.
Ya en 2011, el delantero fue multado con 250 euros que pagó a tocateja por conducción temeraria y hacer carreras por el centro de Ibiza a los mandos de un Porsche azul. Benzema competía con otros dos coches que estaban a la altura del suyo en cuanto a lujo, un Ferrari y un Lamborghini.
Hasta tres años de cárcel
Todos estos incidentes con el coche se suman a la causa abierta que tiene el delantero galo por supuesta prostitución de menores. Él y Ribéry se enfrentan a penas de hasta tres años de cárcel por mantener relaciones sexuales con Zahia Behar, una prostituta que en el momento de conocer a los futbolistas tenía 17 años. El próximo mes de junio tendrá el juicio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario