miércoles, 16 de marzo de 2011

PELICULAS MALDITAS

Quizás la película maldita más reciente es “The Dark Knight”. No solo hablamos de la muerte en trágicas circunstancias de Heath Ledger (el Jóker) poco antes del estreno de la película, si no también hablamos de la muerte de uno de los especialistas durante el rodaje. Y también que el mismísimo Morgan Freeman, que está un poco deprimido por su divorcio, tuvo un accidente casi mortal

Bud Collyer fue el primer actor en dar vida a Supermán. Lo hizo sólo con su voz pues era el actor detrás de los dibujos animados que se realizaron en los años 40 y volvió a hacerlo en otra serie sobre el personaje en los 60. Tres años más tarde murió por “leves problemas circulatorios”. La historia puede parecer casi anecdótica (excepto para el pobre Collyer) o tal vez una advertencia de lo que había de ocurrir con el siguiente actor en dar vida a Supermán. Kirk Alyn, quien fuera el primero en interpretar a Superman durante 1948 en dos seriales, padeció el olvido mas espantoso por parte de los productores y fue condenado a interpretar papeles menores el resto de su carrera. Tuvo otro acercamiento al mundo de los cómics en 1952 al protagonizar el serial de los Blackhawks y volvió al mundo de Superman en la película de 1978 donde interpreto al padre de una pequeña Lois Lane en una escena que fue cortada del metraje original. Kirk murió en Houston, Texas, en Marzo de 1999 a la edad de 88 años. En la década de los 50, el actor George Reeves que interpretó al superhéroe en la serie de TV, apareció muerto de un disparo en la cabeza. El Supermán moderno, Christopher Reeve, permaneció cerca de diez años tetrapléjico por una caída montando a caballo, para morir el 10 de octubre de 2004 por un fallo cardíaco; dos años después fallece su abnegada esposa Dana Reeve de cáncer al pulmón. Margot Kidder, que interpretó a Lois Lane, sufrió graves desórdenes psicológicos, que provocaron incluso su internamiento en un sanatorio mental; Richard Pryor, que intervino en Supermán III fue víctima de una esclerosis múltiple y murió el 10 de diciembre de 2005. El ultimo afectado del elenco fílmico es Marlon Brando, que si bien tuvo la suerte de una gran carrera en Hollywood su vida privada estuvo plagada de tragedias y muertes. Su hijo Christian asesino a Dag Drollet, el novio de su hermana, y fue condenado a 10 años de prisión. En 1995 su hija, Cheyenne, se suicidó. Ya entrados los noventas la pareja protagonista de “Lois & Clark: Las nuevas aventuras de Superman” también sufre a causa de la maldición: el actor Dean Cain fue condenado al olvido, ya que a nadie le interesaba una retirada estrella del football devenida en actor como protagonista. Y la pobre Teri Hatcher quien padeció de anorexia temporal tardó años en hacer despegar su carrera.

Esta trilogía de fenómenos paranormales, repletas de efectos especiales, se llevó -entre otros- la vida de dos de sus actrices principales, las cuales descansan, una cerca de la otra, en el cementerio de Westwood (Los Ángeles). En el primero (y también el mejor) de los films, la actriz Dominique Dunne interpreta a la hija mayor del matrimonio que, junto a su hermano, son acosados por una horda de entes que se comunican a través del televisor. Luego del éxito de la película, Dunne trabajó en varios proyectos, con una perspectiva laboral brillante. Pero todo quedó en la nada, la noche que su ex novio, quien la maltrataba físicamente, se presentó en su casa y luego de un arranque de ira, la arrastró hasta la calle y la estranguló. Dunne, con muerte cerebral, permaneció cinco días en el hospital hasta que se decidió su desconexión. La saga continuó con su secuela en 1986, y con ella, la muerte del actor Julian Beck de cáncer de estómago, que no llegó a filmar una sola escena. Llegado a este punto y sabiendo que varios de los esqueletos utilizados en algunas escenas eran reales, el equipo de filmación solicitó un exorcismo del set, el cual fue realizado. Para la tercera parte, rodada en un gigantesco edificio, las calamidades continuaron. Primeramente, la actriz Zelda Rubinstein (la médium), tuvo que abandonar de un día para el otro el set debido a la muerte de su madre. En segundo término -y quizás la peor parte de esta historia- es el fallecimiento de la niña Heather Orourke que, al parecer, fue mal diagnosticada y luego internada de urgencia, donde murió en la mesa de operaciones. Por este motivo, la película fue terminada con una doble. De manera desprolija, el guión fue remendado hasta llegar al estreno.

El hecho más significativo de la película fue que John Richardson, encargado de los efectos especiales, tuvo un accidente de coche un viernes 13 (poco después del rodaje de la película) en el que murió su acompañante. Lo más curioso es que el accidente tuvo lugar en el kilómetro 66’6. Son muchas las casualidades terribles en torno a esta película. Gregory Peck (Robert Thorn), viajaba en un vuelo directo a Los Angeles cuando su avión fue alcanzado por un rayo. Un día todo el equipo se reunió dirigía todos hacia la estación de metro de Green Park, cuando estalló debido a un atentado del IRA. Gran parte del equipo falleció después en un avión.

John Landis, unos de los directores, en su afán por recrear una batalla en Vietnam, lo pagó caro. Para ello contrató a dos niños, de manera ilegal y pese a la resistencia de sus padres. Durante el rodaje, un helicóptero perdió el control y segó los cuerpos de ambos pequeños y del protagonista, Vic Morrow. Desde entonces Landis ha perdido todo su crédito como realizador.

En la breve, pero extraordinaria vida de Bruce Lee, una de sus películas quedó registrada como una temible profecía que iba a cumplirse años después de su muerte. El film en cuestión era El juego de la muerte,(1978), en donde, en un papel muy autobiográfico, Lee hace de un actor famoso que sufre la persecución de una organización mafiosa y, por lo tanto, decide fingir su muerte durante un accidente en el set de filmación. Fatalmente, Lee muere (realmente) antes de completar la película, en circunstancias que dieron lugar a numerosas teorías. Años más tarde, el director Robert Clouse decide terminar el film utilizando dos dobles de Bruce Lee, y algunas escenas de archivo. En 1994, Brandon Lee, hijo de Bruce, un actor y artista marcial en ascenso, filmando la película El Cuervo, es herido de muerte durante un accidente de filmación. El círculo termina de cerrarse. La muerte de ficción ideada por Bruce Lee, se vuelve real años más tarde en el cuerpo de su propio hijo y, otra vez, la historia se repite. La película es terminada sin su estrella, pero esta vez (acorde a la época), es retocada digitalmente.

Ellen Burstyn , la actriz que interpretó a la madre de Regan, la niña poseída, le aclaró al director que aceptaría el papel si retiraban una frase del guión que ella debía decir. La oración era: ‘’Creo en el diablo!”. El temor de Burstyn, de alguna manera, presagiaba la sensación de algunos miembros del elenco y cuerpo técnico sobre el film. No se puede jugar con el diablo, sin sufrir algún tipo de consecuencias. O si?... La muerte de nueve personas relacionas con la película durante el año que duró la filmación, parecen demostrar que los resquemores de Burstyn no eran infundados. Mas allá de la histeria colectiva que provocó en algunos espectadores demasiado sensibles, la maldición alrededor de El Exorcista se hizo pública durante el rodaje, y aún hoy se habla sobre los extraños hechos que tuvieron lugar, como el misterioso incendio de un decorado. Es muy fácil tratar de interpretar estos hechos como parte de una maniobra publicitaria, pero no es nada común que se produzcan tantas muertes durante una filmación. Entre ellos los actores Jack McGowran y Vasiliki Maliaron, fueron algunos que no llegaron al día del estreno. También los familiares se vieron salpicados por la maldición, así, murieron durante el rodaje; el abuelo de la actriz principal Linda Blair, el hermano del actor Max Von Sydow y el hijo recién nacido de un camarógrafo. Dos años más tarde sería encontrada en un charco de vómitos, Mary Ure, quien interpretaba el personaje de Regan en el teatro.

"El Conquistador de Mongolia" de 1956 puede ser el film que más muertes ha supuesto. El rodaje tuvo lugar en el desierto de Utah, donde el ejército norteamericano había llevado a cabo pruebas nucleares. 25 años después del rodaje comenzó a destaparse una macabra trama cancerígena. Los primeros en fallecer de cáncer en 1963 fueron Dick Powell y Pedro Armendáriz, director y actor del film. En la década de los 70 el mal acabaría con los intérpretes Thomas Gómez, Agnes Moorehead, Susan Hayward y John Wayne. El diario francés Le Point publicaría en la época, que de 150 artistas y técnicos que tomaron parte de manera directa en el rodaje, 91 estaban aquejados de cáncer y 46 habían fallecido de la misma enfermedad.

Los principales actores de esta película murieron de forma consecutiva por causas no naturales. James Dean, tras advertir de los riesgos de la carretera, murió en un terrible accidente. Natalie Wood se ahogó en extrañas circunstancias. Sal Mineo falleció en una pelea de navajas. Incluso el doctor que compró el coche de Dean y adaptó el motor falleció la primera vez que piloto dicho vehículo.

En el caso del film de Roman Polanski, la maldición llegó con posterioridad al estreno, en forma de inusitada crueldad y convertida en una historia ampliamente conocida. La historia de Charles Mason, que junto a lo que él llamaba su "familia" acudió al 10.050 de Cielo Drive, donde la mujer de Polanski, Sharon Tate, embarazada como la protagonista de la película, daba una fiesta privada, y a la que el director no había acudido. Mason y sus seguidores mataron con extrema brutalidad a todas las personas que se hallaban en la casa.

¿Quien no recuerda El Mago de Oz? una pelicula de 1939 con Judy Garland de protagonista, un musical de fantasia basada en la novela para niños "El Maravilloso Mago de Oz" una bonita historia que enterneció jóvenes y no tan jóvenes, pero su rodaje para nada se parece al bonito mundo de que nos mostraba el film, fue un autentico desastre... El primer actor en encarnar al hombre de hojalata tuvo que renunciar al puesto después de experimentar una reacción alérgica causada por la toxicidad del maquillaje. Por su parte, Margaret Hamilton la actriz que encarnaba la malvada bruja del Oeste pasó un gran susto cuando casi resultó quemada viva en la escena en que abandona la Tierra. Sin embargo, la mujer debió ser atendida en el hospital debido a que resultó con graves quemaduras en su piel. y más tarde, su sustituta se lesionó a causa de una explosión producida en el palo de su escoba. El único que murió fue el perro protagonista que fue arrollado por uno de los guardias de la bruja y debió ser sustituido. Bueno el único, el único... en Internet circula un vídeo en el que supuestamente se ve a un miembro del equipo suicidandose en pleno rodaje, nadie se percato del hecho hasta después, pero no quitaron la escena porque en ese entonces salia muy cara repetir la escena, así que la dejaron esperando que nadie la notara.

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