miércoles, 16 de junio de 2010

¿SABIAS QUE?


¿Sabías que no producir la suficiente saliva en la boca puede aumentar riesgos de caries?
Según algunos especialistas, las personas con una menor secreción salival, que se caracterizan por tener la “boca seca” presentan un mayor riesgo de tener caries dental que aquellas con un flujo salival más alto.

¿Qué importante función importante cumple la saliva en la boca? La saliva juega una importante función defensiva natural frente a la caries, pues diluye y elimina los azúcares y mantiene el PH de la boca. Un odontóloga explicó que gracias a su PH alcalino, arrastra los restos de comida que quedan en la boca, neutraliza los ácidos producidos por la placa bacteriana y aporta a los dientes el calcio y fosfato necesarios en un proceso conocido como remineralización.
“Además, la saliva actúa como un depósito para el flúor, lo que ayuda a reducir la aparición de caries, se ocupa de ayudar al proceso de masticación y digestión de los alimentos, y también protege la superficie interna de la boca y dientes”, añadió.
La edad, el sexo, el número de dientes, la deshidratación, la respiración oral o aspectos psicológicos como el estrés pueden reducir el flujo de las glándulas salivares.
También es frecuente esta variación a consecuencia de “algunas enfermedades sistemáticas que producen destrucción progresiva de las glándulas salivales entre las que destaca la demencia o por el consumo de ciertos medicamentos” concluyó.


Por mucho tiempo, los astrónomos han analizado el impacto que los asteroides pueden tener sobre la Tierra. Sin embargo, una nueva investigación por investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts se ha planteado la siguiente cuestión: ¿afecta de alguna manera nuestro planeta a los objetos espaciales que se le aproximan? La respuesta es sí. Pero ¿de qué manera?
Al pasar cerca de la tierra la fuerza gravitacional de la misma provoca grandes “sacudidas” en los asteroides, tan fuertes y profundos son que el regolito, uno de los materiales que componen el corazón de la roca, surge hasta la superficie e insólitamente cambia de aspecto. Afortunadamente la Tierra no experimenta tan más descomunales movimientos.

Richard Binzel, autor principal del informe, que se publica en la revista Nature, analizó los datos de casi un centenar de asteroides que han pasado durante los últimos milenios cerca de la Tierra, en un radio de 50 kilómetros. Llegó a la conclusión de que si un objeto viaja a una determinada distancia de la Tierra, aproximadamente un cuarto de la distancia entre nuestro planeta y la Luna seguro que experimentan un “movimiento sísmico” lo suficientemente fuerte para que el regolito, un material fresco que forma parte de la roca, salga a su superficie. Aquí influyen diferentes factores como la velocidad y duración del encuentro, la forma del objeto y la naturaleza del regolito existente.

Muy extraños, estos asteroides han llamado la atención de los astrónomos desde hace mucho tiempo. Su «huella espectral» o la forma en la que reflejan los índices de refracción de la luz, coinciden en un 80% con todos los meteoritos que caen sobre la Tierra. Esta teoría puede resolver la incógnita planteada durante años de por qué este tipo de asteroides con el regolito en su superficie no se encontraba en el principal cinturón de asteroides, el que se sitúa entre Marte y Júpiter. La razón, claro está si se sigue la hipótesis de Binzel, reside en que su aspecto es el resultado de un encuentro cercano con la Tierra.

Para Clark Chapman, científico planetario del Instituto de Investigación Shouthwest en Colorado, el trabajo de Binzel es parte de «una revolución en la ciencia de los asteroides», al considerar la posibilidad de que algo más que las colisiones pueden cambiar el aspecto superficial de estas rocas.

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