Los psitácidos (Psittacidae) son una familia de aves psitaciformes que incluye a los loros o papagayos, los guacamayos, las cotorras, los periquitos, los agapornis y formas afines. Las cacatúas, caracterizadas por presentar una cresta de plumas eréctiles en la cabeza, pertenecen a otra familia (Cacatuidae), dentro del mismo orden.
Características
Tienen un pico con una forma curvada característica, con la mandíbula superior que tiene una movilidad leve donde se empalma con el cráneo y una postura generalmente erguida. Además, poseen una gran capacidad craneal, siendo uno de los grupos de aves más inteligentes. Viven en zonas tropicales, son buenos voladores y diestros escaladores en ramas y árboles.
Distribución
Los psitácidos están distribuidos por todo el hemisferio sur del planeta, ocupando muchos y distintos hábitats, desde las húmedas selvas tropicales hasta los desiertos del interior de Australia, incluyendo la India, Sudeste de Asia y África occidental, y una especie, ahora extinta, en los Estados Unidos (el periquito de Carolina). Sin embargo, las poblaciones más grandes son originarias de Australasia, de América del Sur y de América Central.
Inteligencia
Muchas especies pueden imitar la voz humana y otros sonidos. Una investigadora, Irene Pepperberg ha publicado trabajos sobre la capacidad de aprendizaje de un loro gris africano llamado Alex, que ha sido entrenado para utilizar palabras con el objetivo de identificar objetos, los describe, los cuenta, e incluso contesta a preguntas complejas, por ejemplo, "¿cuántos cuadrados rojos hay?" (con una exactitud del 80%). Sin embargo, algunos investigadores sostienen que los loros están simplemente repitiendo palabras sin idea del significado.[cita requerida]
Los loros domesticados
Los loros son adquiridos comúnmente como animales domésticos, constituyendo una excelente compañía. Se debe tener en cuenta, con todo, que en muchos países se les captura por su gran valor de venta. Eso supone que son capturados de manera ilegal, asesinando en el proceso a los adultos hasta poner en riesgo de extinción a muchos de ellos. Durante su transporte clandestino en condiciones brutales para no ser detectados mueren más del 50% y los restantes son vendidos por traficantes en el extranjero a donde son llevados también de manera clandestina.
Las alas de estas aves se cortan a menudo y algunos dueños permiten que los pájaros paseen en libertad.
Los loros requieren unas atenciones mínimas: comida, agua, espacio, limpieza y, por supuesto, mucho cariño y atención. Una faceta importante de la domesticación de loros son los graznidos, con los que responden a casi cualquier sonido agudo: ambulancias, claxon de coches, llantos de niños, e, incluso, a la televisión, los loros tienen la capacidad de hablar, por repetición lo que dicen los humanos. Es el único animal con la capacidad de hablar la lengua humana, lógicamente su desarrollo cerebral le impide utilizarlo como signos de comunicación. Es decir, lo hablan por repetición y entrenamiento pero no lo comprenden.
No todos los loros son iguales: los hay más tranquilos, menos ruidosos, más cariñosos, etc. Esto le da la oportunidad al dueño para elegir el tipo de loro que más se adapte a sus gustos.
A los loros domésticos hay que proporcionarles una alimentación adecuada y variada, con semillas, como el girasol, el mijo, diversa variedad de frutas, etc.
Para su entrenamiento, los dueños de loros domésticos suelen:
Comprarle juguetes, como aros, columpios, etc.
Jugar con él: enseñarle a cantar o hablar, rascarle la cabeza (siempre que se lo permita), etc.
Dejarle salir de la jaula, siempre que se haya acostumbrado a su/sus dueños y a su entorno.
Algunos loros han alcanzado gran celebridad como Grand Parole, del que se dice que dominaba el vocabulario básico de seis idiomas, y era capaz de reconocer a más de cien personas, pronunciando correctamente su nombre, lugar de nacimiento, estado civil, profesión y comida favorita. Grand Parole recorrió toda Europa y América a finales del siglo XIX y comienzos del XX. Lamentablemente la noche del 12 de Julio de 1907 fue secuestrado en el tren que cubría el trayecto de Praga a Budapest. Las circunstancias del secuestro nunca fueron completamente esclarecidas, aunque algunos historiadores sostienen la participación de los servicios secretos del entonces imperio Austro Húngaro. Recientemente han circulado por la web algunas grabaciones atribuidas a Grand Parole que aparentemente fueron realizadas en Londres unos dos meses antes de su desaparición.
Se calcula que el loro comun puede vivir de 25 a 30 años de edad, aunque por lo general en cautiverio vive menos.
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