jueves, 8 de abril de 2010

HURON





El hurón doméstico (Mustela putorius furo) es un mustélido, subespecie del turón, que fue domesticado hace al menos 2.500 años. Otros mamíferos de la familia de los mustélidos tienen también la palabra "hurón" en sus nombres comunes. Por ejemplo, hay un escaso y protegido turón de Norteamérica conocido como hurón de pies negros.
Nadie sabe a ciencia cierta cuándo fue domesticado, pero algunos hallazgos arqueológicos de hurón datan del 1500 a.C.Se cree que la domesticación fue similar a la del gato. Hay quien dice que los antiguos egipcios tenían hurones, pero es más creíble que los europeos que visitaban Egipto viesen gatos, y pensaran que usar un pequeño carnívoro para proteger las reservas de grano era una gran idea. Al no haberse encontrado hurones momificados ni jeroglíficos que los representen, esta teoría tiene poco fundamento.

Sí se sabe, en cambio, que César Augusto envió hurones o mangostas (denominadas "viverrae" por Plinio el Viejo) a las Islas Baleares para controlar las plagas de conejos hacia el año 6 a.C.
El hurón desciende probablemente del turón (Mustela putorius), por lo que el nombre científico más utilizado para este animal es Mustela putorius furo. También es posible que los hurones tengan como antepasados al turón de la estepa (Mustela eversmannii).
Durante cientos de años el principal uso de los hurones fue la caza de lagomorfos (conejos). Con su naturaleza agresiva y su cuerpo largo y estilizado, están bien adaptados para entrar en madrigueras y cazar a los animales que haya dentro. Aún se usan para cazar en algunos países, sobre todo en Australia donde los conejos son una plaga y, a pesar de la tecnología moderna, la combinación de unas cuantas redes y un par de hurones resulta muy efectiva.

En España, el uso de hurones para la caza está regulado en cada Comunidad Autónoma aunque en la mayoría, como por ejemplo las Islas Baleares, prohíbe su uso.
Otras comunidades, pese a prohibir la caza con hurones, permiten hacerlo si se consigue un permiso de la Consejería debído a que se reconozca que existe una plaga de conejos o liebres.(Madrid, ACUERDO de 22 de mayo de 2003
Los hurones son animalitos más parecidos al perro que al gato, sobre todo a nivel veterinario, requieren tener obligatoriamente pasaporte con chip y vacunas en regla, incluso (aunque no en todas las comunidades)es necesario vacunarlos de la rabia.Son enérgicos, curiosos y mucho más sociables que los gatos, les gusta jugar con sus dueños. Dicen que los humanos domesticaron hurones por la curiosidad que despertaban; sea esto cierto o no, su curiosidad es superior a su instinto y esto hace que sus posibilidades de supervivencia en nuestro entorno sean bastante limitadas (muchos mueren explorando y reclinando sillas sin el conocimiento de sus dueños).
Los hurones son la tercera mascota más frecuente en Estados Unidos, después de los perros y gatos. En proporción, los hurones causan muchos menos daños que los perros o gatos.

Peligros para los hurones
Los hurones son expertos en colarse por los agujeros de los armarios, las paredes, o detrás de los electrodomésticos, donde pueden resultar heridos o incluso muertos por los cables eléctricos, los ventiladores y otros artículos peligrosos. Las sillas plegables son una auténtica trampa mortal para ellos, pues se suben con frecuencia sobre estos muebles, plegándolas después y muriendo aplastados por ello. Por estas razones es necesario tomar una serie de medidas en el hogar antes de adquirir un hurón como animal doméstico, como retirar o asegurar cualquier aparato o mueble peligroso o tapar los posibles agujeros repartidos por la casa. Muchos dueños optan por recluir sus hurones en una jaula durante la noche o mientras se ausentan de casa.

Alimentación
Los hurones son por naturaleza carnívoros. La comida para gatos no proporciona normalmente las proteínas o la proporción de grasas necesarias para el correcto metabolismo del hurón, aunque el alimento de alta calidad destinado a los gatos más jóvenes puede ser utilizado durante un tiempo si la comida específica para hurones no se encuentra en ese determinado momento. No obstante, la abundancia de alimentos de baja calidad en la dieta del animal no son apropiados para éste. Cuando se lea la etiqueta, los tres ingredientes más abundantes deben ser derivados cárnicos, pues los hurones no pueden digerir correctamente los compuestos de cereales usados en las marcas más baratas de alimento para gatos.

El alimento del hurón ideal contiene un 32–38% de proteínas y un 15–20% de grasas (el origen de las proteínas del alimento del hurón debe proceder siempre de carne, no de soja o plantas similares). Aunque un alto contenido proteico es esencial, si éste es mayor del 38% puede generar ocasionales cálculos renales y obstrucciones urinarias en los hurones más viejos. A la mayoría de los hurones les encantan los dulces como pasas y mantequilla de cacahuete, pero tales caprichos se les deben dar sólo ocasionalmente, pues incluso una cantidad pequeña de azúcar puede ocasionar a veces anomalías en el funcionamiento de las glándulas suprarrenales y el páncreas, donde se produce la insulina. A pesar de que los productos vegetales pueden proveer a los hurones de ciertos elementos y una dieta variable, el hecho de que su aparato digestivo sea relativamente corto impide que puedan extraer mucha energía de ellos, y por esta razón deben ser sólo un suplemento, y no una alternativa, a su dieta habitual

Actividad
Los hurones pasan la mayor parte del tiempo (de 14 a 18 horas al día) durmiendo, pero cuando están despiertos son muy activos, dedicándose a explorar su alrededor de forma exhaustiva. Los hurones son animales crepusculares, es decir, que son más activos durante el amanecer, el atardecer y parte de la noche. Si están enjaulados, deben ser sacados de forma diaria para que hagan ejercicio y satisfagan su curiosidad; necesitan al menos una hora y un lugar de juego. Los hurones, al igual que los gatos, pueden utilizar una caja (preferiblemente esquinera) para realizar sus deposiciones con un poco de entrenamiento, aunque es necesario tener cajas en distintos cuartos porque no la buscarán si les queda lejos. Los hurones son también buenos inquilinos del patio trasero y les encanta que les acompañen en el jardín. Sin embargo, no se les debe permitir vagar libremente; los hurones son audaces al punto de la insensatez y exploran cualquier agujero que encuentren, incluidos los desagües para la lluvia y las bolsas de las personas. Siempre que se encuentren en el exterior deben ser vigilados de cerca, y preferiblemente sujetos por una correa con arnés con 2 secciones.

Juegos
Los hurones son animales muy sociables y a la mayoría les encanta jugar con los humanos. El "juego", desde el punto de vista de un hurón, puede ser algo parecido al escondite o más bien una forma de representación de la caza en la cual el ser humano debe capturar al hurón, o el hurón intenta morder a los humanos en los dedos de manos y pies. Al igual que un gato juguetón, los hurones no muerden de verdad a sus compañeros humanos la mayoría de las veces, sino que agarran suavemente un dedo de la mano o el pie con la boca y luego ruedan alrededor de él. Por el contrario, los hurones que han sufrido malos tratos o están heridos morderán firmemente al ser humano. Los hurones tienen unas mandíbulas extremadamente fuertes y pueden atravesar con facilidad la piel humana. Una vez correctamente educados, sin embargo, los hurones muerden muy raramente a los seres humanos. La mayoría de los juguetes para gatos funcionan bien con los hurones. No obstante, los que están hechos de caucho o de espuma se deben evitar, pues los hurones pueden masticarlos y tragar trozos pequeños que ocasionan obstrucciones intestinales. Cuando los hurones están particularmente estresados, pueden realizar la danza de guerra de la comadreja, caracterizada por una serie de frenéticos saltos laterales acompañados de un grito característico similar a un ¡Dok, dok, dok!.

Cuidados Necesarios
Los hurones necesitan una serie de cuidados. Las uñas deben ser recortadas y su pelo cepillado con cierta regularidad. Deben visitar al veterinario al menos una vez al año. No hacer caso de lo primero puede causar problemas, difícilmente reconocibles, de sobredesarrollo, pudiendo hacer daño al hurón sin el conocimiento del dueño. Si un hurón se comporta de manera distinta a la habitual, deberá ser llevado al veterinario.
También es importante limpiarles las orejas, con algún producto para desincrustar cerilla especial para hurones. Muchas personas utilizan aceite para bebé o productos originalmente diseñados para gatos. Sin embargo, se recomienda siempre consultar con el veterinario antes de aplicar cualquier producto. Con ayuda de un poco de algodón, se limpia con cuidado la oreja cuidando de no introducir nada en el canal auditivo.
Los hurones deben ser vacunados contra el virus del moquillo, mortal para ellos. La mayoría de los países requieren también la vacuna contra la rabia, aunque no hay casos documentados de contagio de rabia a los humanos por parte de los hurones.

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